miércoles, abril 25, 2007

La revolución de la Inteligencia

Recuerdo un comentario que hacía Eduardo Punset en una entrevista, que decía algo así como "si las personas se dieran cuenta de que las emociones no tienen importancia, entonces serían más felices". Todo un oximorón, a simple vista. Goleman se regodearía poniendo la guinda de que hay que tener "Inteligencia Emocional". Lo verdaderamente insólito es esta retahila de jerga aparentemente contradictoria.
Sin embargo, parece que la felicidad está de moda; al menos en economía. Hasta hay dos premios Nobel (Kahneman y Becker) que han estudiado la felicidad.
Al pensar en esta quimera, y en lo mucho que he leído, leo y sigo buscando sobre la felicidad, no viene a mi memoria sino aquel cuento del rey que buscaba la camisa del hombre feliz, el cual buscó afanosamente por muchos año. Al encontrar al único hombre que era realmente feliz resultó que no tenía camisa.
Si me diera cuenta, parafraseando a Punset, que mi desazón no tiene importancia, entonces sería más feliz.
Tautologías...

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